Quienes conozcan la evolución de Anathema sabrán que su discografía se divide claramente en dos mitades, con Eternity como frontera. La segunda, más experimental y dominada por el rock progresivo, fue protagonista en el recopilatorio Hindsight, pero para Falling Deeper han decidido intentar algo más difícil y todos los cortes forman parte de su primera etapa, donde practicaban un oscuro doom metal.
De esta forma, la banda de Liverpool ejerce un merecido homenaje a sus dos primeros discos, Serenades y The Silent Enigma, así como a los menos conocidos EPs The Crestfallen y Pentecost III. Queda una vez mas demostrado el talento de la banda en transformar los oscuros y desgarradores sonidos del doom metal en armonías acústicas sinfónicas, sin dejar de lado el trasfondo oscuro y decadente que ha impregnado eternamente la música de ANATHEMA.
